El budismo, para enseñar la ley causal de la vida, explica que nuestras acciones pasadas se manifiestan en el presente en forma de efectos positivos o negativos. Sin embargo, el énfasis exagerado en este principio puede conducirnos a actitudes fatalistas o pasivas. En esta parte, el presidente Ikeda esclarece la enseñanza del budismo de Nichiren sobre la "verdadera causa", la gran causa primordial que no nos sujeta al yugo del pasado y nos permite, en cambio, tomar el presente como punto de partida para avanzar de cara al mañana. (De un discurso pronunciado en una reunión nacional de líderes juveniles, realizada en Tokio, el 29 de abril de 1988. )
En la mayoría de los casos, la gente solo empieza a considerar seriamente la ley de causa y efecto, y a reflexionar sobre la felicidad en la vida cuando experimenta un intenso sufrimiento.
Pero cuando todo marcha bien, no solemos pensar en las cosas realmente importantes de la existencia. En tal sentido, las dificultades cumplen una función decisiva para hacer más profunda y trascendente nuestra vida … , es más, debemos esforzamos para que así sea.
No existe una vida sin problemas. A nuestro alrededor, hay muchísimas personas que sufren por aspectos de su existencia que, vistos desde afuera, podrían parecer un motivo de felicidad. Es algo que uno aprende a observar con los años, a medida que adquiere experiencia y madurez.
Por ejemplo, una pareja se casa y recibe los mejores deseos y parabienes de sus familiares y amigos, pero, si al poco tiempo tuvieran un hijo con graves problemas de salud, esa dicha se convertiría al instante en aflicción. Toda clase de acontecimientos imprevistospueden transformar la felicidad en sufrimiento: una quiebra económica, un incendio o accidente, un divorcio, una pelea familiar, dificultades en las relaciones humanas ... A decir verdad, el ser humano no sabe qué ocurrirá en el futuro. Nadie puede afirmar con certeza que estará absolutamente a salvo de percances.
Incluso hay gente que vive en condiciones seguras y tranquilas, pero, con el paso del tiempo, llega a sentir que su existencia no tienesentido. Y otras personas, que parecen muy ocupadas en toda clase de actividades, tal vez vivan corriendo de un lado al otro para notener que pensar en el vacío de su propia vida o para no reconocer su soledad.
Detrás de una sonrisa puede haber una profunda tristeza. Y después del placer puede sentirse un gran vacío. Los problemas y sufrimientos son una realidad inevitable de la vida. Y sin embargo, a pesar de las dificultades, la existencia continúa. Entonces, ¿cómo debemos encarar la vida? ¿Cómo convertir el sufrimiento en alegría? El budismo de Nichiren ofrece una respuesta a estas preguntas fundamentales.
A la filosofía de Nichiren Daishonin se la conoce como el budismo "de la verdadera causa"? Esta enseñanza profunda y sinprecedentes postula que Myoho-renge-kyo [Nam-myoho-renge-kyo] es la causa primordial para lograr la iluminación, y que practicando la fe en el Gohonzon podemos adquirir en esta existencia todas las prácticas y virtudes de los budas.
La esencia del budismo de Nichiren, que hace hincapié en el presente y el futuro, es mirar siempre de cara al mañana e iluminar activamente el porvenir a medida que avanzamos.
Practicar este budismo no significa que nuestros sufrimientos y problemas vayan a desaparecer. La verdadera realidad de la vida es que los diez estados se contienen unos a otros en forma recíproca; por eso, los nueve estados de ilusión y sufrimiento también existen en el estado de Budeidad. De la misma manera, el estado de Budeidad solo puede manifestarse en la realidad de los otros nueve estados.
Lo importante es no dejarse intimidar por las dificultades, creer firmemente en el amor compasivo que surge desde la Budeidad, y avanzar con fe cada vez más profunda.
Si por flaqueza sucumbimos a la duda y nos cuestionamos por qué seguimos teniendo problemas a pesar de que practicamos el budismo de Nichiren, en tal caso y de acuerdo con el principio de los tres mil aspectos contenidos en cada instante vital, ese pensamiento débil impregnará cada aspecto de nuestra vida y nos creará un estado de mayor sufrimiento aún. Esto es lo contrario de lo que en el budismo, se considera una fe fuerte.
Ya que somos seres humanos comunes y corrientes, hay hechos de la vida cuyo significado no podemos comprender en el momento,sino al cabo del tiempo. También podremos transformar positivamente la situación y convertir el veneno en remedio. Lo digo con absoluta convicción, basado en mis cuarenta años de experiencia en la práctica budista.
Hay ocasiones en que, para entender el sentido de algo que ha ocurrido, necesitamos que pasen cinco o diez años, o quizá llegar a la etapa final de la existencia. Pero si consideramos la eternidad de la vida a través del pasado, presente y futuro, todo tiene sentido y todo es expresión de la sabiduría de Buda.
(Fragmento del libro “Sabiduría para ser feliz y crear la Paz – Volumen I” de Daisaku Ikeda – Pag.111-114)
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